Hace ya algunos años, en diversos países del mundo – principalmente en Europa – se empezó a implementar una técnica que se conoce con el nombre de «terapia filosófica».
Para explicarlo de una manera sencilla, la terapia filosófica tiene por objetivo ayudarte a aplicar la filosofía a tu vida.
Si te estás preguntando para qué podría servirte esto, la respuesta es muy práctica.
El fin es que logres:
- Resolver tus problemas,
- Encontrar soluciones simples y
- Aprender a obtener respuestas de una manera práctica, sabia y sin depender de nadie.
La filosofía nos enseña que todo lo que ocurre -lo que te pasa a ti, lo que me pasa a mi, lo que les pasa a los demás- está sujeto a la interpretación de cada uno.
En este sentido, los problemas no existen como tal. Son tan solo “hechos”, “acontecimientos” cuyo desenlace dependerá de cómo los interpretemos.
¿Has prestado atención a que un mismo hecho puede ser considerado como traumático para una persona y un alivio para otra?
Incluso para ti mismo lo que hoy consideras que puede ser lo peor que estás viviendo, puede que con los años lo agradezcas y le encuentres sentido.
Un divorcio, un despido, una enfermedad, una graduación. Cualquier evento de nuestra vida siempre estará sujeto al dictamen de la interpretación.
¿Podemos cambiarlas?
Claro que sí. Para ello tendrás que aprender a “Cambiar el foco”, esto es, empezar a ver las cosas de otra manera y encontrar soluciones donde antes solo veías problemas.
Cambiar el foco
Empezar a ver las cosas de una manera diferente no se trata de caer en el falso optimismo en el que te fuerzas a ver la mitad del vaso lleno.
Ver las cosas de otra manera implica que muchas veces todo se resuelve con un cambio de perspectiva que te permite entender lo que ocurre de un modo diferente .
Para ello, rever tus creencias, vivencias y experiencias, atreviéndote a poner en tela de juicio todo lo que has aprendido y construido es fundamental.
Y, aunque parezca una frase gastada, soltar la carga depende de ti.
La pregunta por la esencia
La terapia filosófica se construye sobre la base del autoconocimiento. Por lo tanto, la clave de esta tarea será que te enfrentes a la pregunta
¿Quién soy?
La pregunta por la esencia es la más importante y decisiva en esta experiencia, puesto que de ella dependerá que encuentres respuestas a muchas otras preguntas que quizás te están habitando:
- Cuales son mis virtudes
- Qué es lo que me está impidiendo sentirme pleno
- Qué necesito sanar
- Cómo puedo mejorar
- Cuál es mi real propósito
- Esto aporta a la vida que quiero llevar
- Y muchas otras cuestiones más.
La lista es infinita pero nada impide que en ti puedas hallar todas las respuestas.
A veces solo basta con detener la marcha y aprender a escuchar de verdad.