Hoy en día está muy de moda hablar de la liberación del árbol genealógico y de las famosas “ovejas negras” que aparentemente vienen a salvar el clan. Creencia que nos lleva a la puerta de dos conclusiones:
- Estamos atados a nuestros ancestros y
- Depende de nosotros que la posteridad deje de heredar los mismos problemas.
Si bien hay algo de verdad en todo esto, la cosa no es tan simplista como parece y tampoco tenemos que ponernos la capa de superhéroes para salvar a nadie.
Si tomamos en cuenta la descendencia ancestral estamos considerando al ser desde un único punto de vista: el biológico y desde una única vida: ésta.
Lo curioso es que las mismas personas que se aferran a la idea de salvar al árbol creen, por lo general, que somos algo más que un cuerpo físico y que nuestra historia carga en sus espaldas el peso de vidas pasadas.
¿Porque entonces culpamos a nuestra abuela, bisabuela, tatarabuela de ser las acarreadoras de un problema que posiblemente lo traemos de una vida anterior?
Veámoslo más pausadamente…
Si en tus encarnaciones pasadas no pudiste perdonar el error de haber, por ejemplo, traicionado a alguien y acabaste esa existencia sin poderte perdonar te quedó una asignatura pendiente. Si hoy estás aquí es porque otra encarnación te está dando la oportunidad de remediar lo que en esa vida no pudiste solucionar.
Ahora bien, para que en esta vida esa nueva oportunidad pueda surgir-y así logres saldar tu deuda- necesitas condiciones similares que generen un clímax apropiado que te haga reaccionar.
Imagina que naces en una familia de personas honestas, con principios y que nunca han tenido una experiencia similar, en ese caso ¿qué podría detonarte el patrón de tu antigua vida? nada seguramente dentro de tu nido familiar.
Pero lo que ocurre es que antes de nacer las leyes del cosmos se preparan para anidarnos en una experiencia que tenga una suerte de continuidad con la vida que dejamos y es por eso que nacemos en una familia que tenga para darnos justo lo que nosotros vinimos a perdonar.
Entonces, si antes de ti hubiera habido un “héroe” pongamos por caso tu padre o tu tío, que “salva el clan” ¿dónde crees tú que hubieras nacido? si esa familia ya no tiene nada que aportarte, seguramente lo hubieras hecho en otra.
Sin embargo, lo cierto es que nadie salvó a tu abuelo de su traición. Él para liberarse -suponiendo que ya no esté en este plano- necesitará de otra vida que le dé otra oportunidad y otra familia que le permita hacerlo por sí mismo.
Porque en realidad nadie salva a nadie más que a sí mismo. Sólo nacemos en condiciones propicias para saldar nuestro karma y cuando lo hacemos somos libres. Los demás por supuesto que tendrán la opción de serlo pero lo único que puedes darles es tu ejemplo.
Creo que no estoy pudiendo resolver algo porque siempre repito situaciones.
Seguramente Fabi, lo bueno es que si uno está comprometido con su proceso de transformación, la situación que se repite siempre tendrá una variable que la hará direfente: nosotros mismos.
Gracias por comentar!
Excelente! El trabajo es en primera persona. Gracias 🧡
Gracias por tu comentario Euge! 💜